Construyendo la igualdad entre niños y niñas: Prevenimos la violencia.
Sabemos si alguien es de un sexo u otro por su cuerpo, por sus características externas,
que son los genitales, o por las internas, porque las células de los cuerpos femeninos tienen cromosomas xx y los cuerpos masculinos xy.
Ser hombre o ser mujer, niño o niña, tienen muchos significados, podemos hacer diversas cosas sin que por ello dejemos de ser hombre o mujer, pero la sociedad a lo largo del tiempo ha construido conceptos distintos de ser hombres o mujeres y nos ha asignado distintas actividades.
Cada momento histórico le ha atribuido distintos significados a ser hombre o mujer. Las actividades, los deberes, los derechos, la forma de vestir o los juegos, durante mucho tiempo han diferenciado a los hombres y las mujeres, considerando por ejemplo "impropio" para los hombres "jugar a la casita" y para las mujeres jugar a la "lucha libre", lo que poco a poco ha ido cambiando.
Nuestras diferencias son físicas, claro; pero estas diferencias no deben ser el pretexto para que supongamos que las niñas no son tan inteligentes o fuertes como los niños, o que los niños, porque son más fuertes, tienen el "poder" de mandar y de considerar "menos" a las niñas.
RECORDEMOS...
Que todos debemos ser tratados de la misma manera,
Que los hombres y las mujeres, si bien, somos físicamente distintos, esas diferencias no nos hacen unos más que otros,
Que las niñas y los niños, podemos realizar las mismas actividades en los deportes, en el estudio, en los juegos, en el ejercicio del trabajo o la profesión.
Que los juegos y los juguetes no tienen sexo, que las niñas no solo juegan a las "muñecas" y los niños a los "cochecitos", las niñas pueden jugar con carritos, los niños a la casita y todos pueden jugar JUNTOS.
Que, los quehaceres del hogar, los pueden realizar de la misma manera,los papás y las mamá, y que tanto los niños como las niñas, debemos ayudar.
Que, los niños no deben maltratar a las niñas de ninguna manera y que las niñas no deben maltratar a los niños.
Que el respeto debe ser la base de las relaciones entre todos y todas.
Que la violencia no es una forma natural de comportamiento entre hombre y mujeres, los gritos, los insultos, los golpes no son naturales, que los conflictos se resuelven hablando.